¿Qué mostramos de nosotros-as cuando conocemos a alguien que nos interesa? Yo soy de las que abogo por mostrar transparencia.
Pero, como dice la experta Esther Perel, ¿Qué ocurre con “nuestro yo más íntimo”? Es decir, nuestro pasado, posibles traumas, secretos…
Lo positivo sería encontrar el término medio entre, por un lado mentir/ocultar, y por el otro, vomitar nuestra existencia encima del café, que pretendía ser un espacio íntimo.
Sería deseable promover un espacio en el que se pueda entrever -para futuras conversaciones- quien eres. Huyendo lo más posible del tedioso “Yo soy… porque Yo ….. y a mi…”, el hecho de tener la primera persona del singular tan presente, aleja al otro y hacer intuir que puede haber un problema de Ego ( por exceso o defecto) y sobre todo, subraya todo lo que no eres.
Para muestra un botón. Si tus progenitores eran pérfidos y malvados y estás superando aún el trauma, una buena manera de expresarse sería dejar caer un: “bueno tuve una infancia peculiar, ahí estoy, resolviendo cosas”. Esto hace ver que tienes pasado y a la ver que tienes interés en crecer como persona.
Otro ejemplo clásico. Si tuviste un mal cierre con tu ex, lo mejor es expresarlo así; di que tuviste un mal cierre con tu ex.
En general en mejor evitar hablar mucho de “exes”. Sobre todo darles un gran espacio dentro de una posible nueva pareja ( incluso si se llevan años es mejor evitarlo). Crea una energía extraña en la relación. Es un tema que puede hablarse, pero tiene que tener un campo acotado, y si no es suficiente, mejor hacer partícipes amigos u amigas más que a la pareja.
Aunque compares en positivo y le digas que tu ex: “Era un bastardo,… no como tú que eres un buñuelito de nata”, va a cargar a la relación.
También existe el perfil medio, -medio de media porque como perfil es bastante bajo- Es aquel o aquella que habla mucho y cuenta poco. Con esta no-información- es decir, con lo poco contado -la otra parte se construye un personaje. Un personaje con toda su película. Si un día tuvo un gesto tierno, pensarás que es un persona tierna. Si un día te lleva a cenar, piensas que es romántica. Cuidado.
Cuidado por varios motivos. Por un lado, existen personas que solo en la conquista son atentas. Otros que además muestran un personaje muy elaborado y con una estrategia apurada. Y por otra parte a veces los gestos son solo eso; gestos, no esencia.
Con el paso de los años de trabajo profesional y personal he ido comprendiendo uno …de entre tantos hechos. Este es que contaminamos las relaciones con información tóxica, pero en cambio no nos dedicamos a compartir los procesos existenciales.
El proceso existencial es lo que te dice “Quién soy, qué quiero, no quiero, necesito y qué puedo y no puedo dar. Dónde estoy ahora”.
Si por ejemplo queremos compartir un duelo, más allá que contemos a la persona que puede ser “especial” que nuestra madre murió, lo verdaderamente importante -y que nos diferencia de millones de personas que pierden a sus padres cada día- y enriquecedor es que compartamos “qué significó” para nosotros-as, cómo lo vivimos, cómo actuamos…
Es decir “qué hay de mi” en esa vivencia, qué cambios ha supuesto…Puede ser que entonces nos conectemos desde la esencia y la autenticidad, en lugar de vomitar traumas. Si denostar que desahogarse es a veces necesario y liberador, es más rico compartir experiencias y mapas de vida.
Éstas son pues, mis primeras y desordenadas reflexiones sobre conocer-me y conocer-te.
Si quieres leer el artículo de Esther Perel, “Establishing Trust: Talking About Your Past” puedes hacerlo aquí.