Si no educas en la generosidad y en la emocionalidad, estás criando a un-a machista. Hola, sí, a ti que estás en medio de la crianza. Ya no tenemos la excusa de las antiguas generaciones cuando eso de la inteligencia emociona no se estilaba. Bueno, a mi modo de ver se estilaba de otro modo.
Antes de indagar sobre qué estamos haciendo en cuanto a límites, autoridad, colechos, etc. con nuestras criaturas, vengo a dictar esta sentencia de la que estoy plenamente convencida. Si no se cría en la generosidad y en las emociones es muy probable que críes a una persona machista. ¿Por qué? Hemos pasado (Occidente enriquecido) de sesgar la educación -hombres razón y productividad, mujeres emoción y reproducción- a educar en la masculinidad capitalista omnipresente. Esto es, todo lo masculino es bueno, tanto en lo público como en lo privado. Por lo que todo lo concebido como femenino es malo.
La lucha de los derechos económicos, políticos y sociales tenía como objetivo la equidad. Ahora bien, en un sistema patriarcal nos devolvieron la lucha con manipulación discursiva. Toma sopa con ondas.
La manipulación del discurso viene por el cauce político-institucional (leyes cojas, falta de presupuesto, ninguna acción para que se den los permisos de paternidad, por ejemplo) y social: “¿Querías igualdad? Pues ala, a ser igual que los hombres”. ¿A qué hombres? Porque si es igual que mis amigos me vale.
Estás educando a machistas, eso ya lo sabíamos pero lo grave es que además estáis educando a mujeres machistas. Os habéis creído el discurso y como no queréis que sean doncellas frágiles (aunque nunca se ha estilado tanto el rosa como ahora) en lugar de educarlas en el feminismo o empoderarlas, seguís haciéndoles ver que lo que vale y tiene valor es la masculinidad.
Igual tú eres una de ellas. ‘Sé fuerte, produce, ten éxito, no necesites a nadie, no te fíes, si puedes tomar toma, si puedes gorronea un poco, que no te tomen por tonto, que te lo hagan. Tú a lo tuyo.’ ¿Te suena?
Éstas serán, por lo tanto, mujeres que les hagan el juego a los hombres y que no cuidarán de otras mujeres. Eso sí, se creerán muy modernas porque trabajan, van al gimnasio y viven solas. Claro y es que mola más parecerse a papá que a mamá. ¿Hola? Serán mujeres que como la mayoría de los hombres (no sin agradecer como muchos hombres están abriéndose a otras maneras de ser hombre, a la emocionalidad y a los cuidados) no sepan amar, no sepan crear vínculos, y que abusen de otras mujeres: sus madres, sus abuelas, sus parejas mujeres.
Si su pareja es mujer, se buscarán una amantísima esposa, o irán -sin cuidar- de flor en flor, serán de las que no llaman. Serán de las que buscan sólo cuando no hay más. ¿Os suena? Sí, ese novio que hemos tenido muchas. Muy majo pero no coge el teléfono si está con los amigotes. Mamá se lo hace todo y no demuestra cariño en público, eso sí, súper trabajador y deportista. Ese ser que vive como el único planeta del universo y encima se cree independiente. ¿Independiente de qué cretino? Siempre hay una esposa, abuela, madre detrás. Y sólo entra en crisis si se encuentra con alguien aún más “duro”.
Pero claro, a la masculinidad machista omnipresente le conviene que existan parejas (para el consumo) y así creamos parejas no sólo como unidad de consumo, sino que consumimos la pareja como un producto. No es un vínculo, es un parásito.
Creo que lo vais pillando ¿verdad? Si crío en la escasez emocional, en el egoísmo, en la sensación y no en la emoción ergo crío en un modelo capitalista masculino, tendré soldadas y soldados machistas de esta misión: su ombligo.
Lo peor es que estamos hechos como seres sociales y emocionales, por lo que esa necesidad por algún lugar brotará. Y ahora, en un ejercicio de honestidad contigo, ¿cómo te brota a ti? ¿Qué de machista tienes?