Relato tras el taller de “Cuerpo, cuerpos y movimiento» para profesionales de la sexología
Lo cierto es que el corazón me latía tan fuerte que a veces no sabía si iba a conseguir sacar la voz…
Pum pum pum.
Sexólogas maravillosas, algunas de ellas psicólogas, enfermeras, médicas, educadoras…
Un grupo ante el que me quito el sombrero. Dispuesto, valiente a cuestionar su mapa como sexólogas y como cuerpos sintientes.
Si lo hubiera pedido como deseo, ‘oye, Delfina, ¿cómo te gustaría que fuera trabajar con un grupo?’, “Cuerpo, cuerpos y movimiento» para profesionales de la sexología no hubiera atisbado tanto.
Hemos viajado por nuestros estudios, por los papeles, autores y técnicas dándoles realidad, desde la grandeza y la humildad.
Y quiero celebrar también entender que este es mi camino y que sonrío entre orgullosa y tímida por ello. Como cuando se ha tenido una cita de amor y se vuelve a casa llena de vida.
Y sí, parece ser que me gusta y sé -lo que sé y lo que no lo sé, no lo sé- esto de ver y sentir almas y gozar de la belleza al ver también las heridas y alegrías de los cuerpos que las mueven.
De esto, y de las ganas que me han comunicado este grupo de joyas, os informo que nace un ciclo para cada tres meses dedicado a este trabajo específico de «cuerpo y movimiento para profesionales de la sexología».
En breves y hasta el próximo viaje os compartiré los nombres y caras de estas profesionales que han venido desde toda la península para compartir y enriquecer.
Por último agradecer a Janis Fernández el sostén y el arte y al Centro quiropráctico Marcelo.
Si estáis interesadas/os en uniros a este proyecto, aquí estamos.
Una vez más… pum pum pum pum.
Delfina